lunes, 6 de junio de 2016

Deambulante.

Y me siento confundido, nadando en los rostros del viento sin ser correspondido.
Te busco, te estoy extrañando sin conocerte,
Estoy gozando de ti sin poder tocarte.

Es intensa la soledad, y estoy yo, pero falta el perfume de tu cuerpo y la tranquilidad de tu compañía.

Dónde estás, te encuentras perdida en el mundo divagando en otras manos, o quizás, viviendo esta misma vida observandome bajo la misma luna.

¡Llega rápido! No aguanto un segundo más sin la posibilidad de besar con mis manos y tocar con mis labios la perfección de tu café por la mañana y de tu sonrisa al volvernos a ver.

Necesito saber que el tiempo es corto, necesito estar seguro que esta espera terminara con tus manos sobre mi cara confirmando que me amas.

Es largo el silencio de mis días, pero decidí esperarte sin entorpecer la vida, sin el engaño frecuente y la mentira disfrazada de ansiedad por tenerte.

Decidí dejarte de buscar, decidí esperarte con la esperanza ciega de un corazón bueno al que solo la vida ha sabido premiar con la satisfacción y la sencillez de los momentos.